Un monstruoso Agujero negro!!
¡Astrónomos y astrónomas han encontrado el agujero negro más masivo de nuestra galaxia, la Vía Láctea! Este agujero negro es como un monstruo gigante en el espacio que absorbe todo a su alrededor. Lo encontraron usando datos de una misión espacial llamada Gaia, que detectó movimientos extraños en una estrella cerca del agujero negro. Este agujero negro es enorme, ¡33 veces más masivo que nuestro propio Sol! Eso es muchísimo. La mayoría de los agujeros negros en nuestra galaxia son más pequeños, solo unas 10 veces más masivos que el Sol. Lo increíble es que este agujero negro está bastante cerca de nosotros, a solo 2000 años luz de distancia, en la constelación de Aquila. Se llama Gaia BH3 o BH3 para abreviar. Lo encontraron mientras revisaban datos de Gaia, ¡una sorpresa total! Para confirmar que era realmente un agujero negro tan masivo, los astrónomos usaron datos de observatorios en la Tierra, como uno en Chile. También descubrieron que la estrella que orbita alrededor del agujero negro tiene muy pocos elementos pesados, lo que nos da pistas sobre cómo se formó este agujero negro tan grande. Esta es una gran noticia para la astronomía. ¡Ahora podemos estudiar más sobre este agujero negro y aprender más sobre el espacio!
Imagen: Misión espacial GAIA
Los agujeros negros se forman cuando una estrella masiva llega al final de su vida. Durante la mayor parte de su vida, una estrella está en equilibrio, con la fuerza de gravedad tirando hacia adentro y la presión del calor generado por la fusión nuclear empujando hacia afuera.
Este equilibrio se llama equilibrio hidrostático. Cuando una estrella masiva se queda sin combustible para quemar, ya no puede generar suficiente calor para contrarrestar la gravedad. Entonces, la estrella comienza a colapsar sobre sí misma. Si la estrella es lo suficientemente masiva, su núcleo se colapsa rápidamente en un espacio muy pequeño, formando un agujero negro. Este colapso ocurre tan rápido que supera cualquier otra fuerza, incluso la fuerza de la luz. Por eso, nada, ni siquiera la luz, puede escapar de la atracción gravitatoria del agujero negro, haciéndolo completamente negro y invisible. Así es como nacen los agujeros negros: de la muerte de estrellas masivas que colapsan bajo su propia gravedad cuando ya no pueden sostenerse más. ¡Es un proceso fascinante en el universo!